El Sudeste Asiático es la región en el mundo que más ha crecido en términos de turismo en los últimos años, especialmente la zona de la Península de Indochina, conformada actualmente por 7 países independientes; Camboya, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam.

Por muchos años este territorio estuvo sujeto a grandes problemas políticos, sociales e inclusive de violencia, guerra y exterminio debido a su privilegiada ubicación.

Los franceses se introdujeron invadiendo la zona en 1859, hasta lograr completo dominio de Indochina en 1893, cuando la región se consolidó como la “Indochina Francesa” y se convirtió oficialmente en colonia del país europeo (actual Camboya, Laos y Vietnam).

Por casi cien años de dominio francés, cada territorio mantuvo cierta autonomía al tener diferentes gobernantes, aunque el poder real se concentraba en Hanói, la capital de la colonia y en las autoridades francesas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón invadió la zona norte de Indochina Francesa por su ubicación estratégica que le permitiría atacar el sur de China y con este propósito se asentaron en la región, hasta que al finalizar la guerra, Francia reorganizó la zona expulsando a los japoneses que se habían establecido en el norte de Laos y Vietnam.

Posteriormente vino el conflicto con el Viet Minh (una organización comunista vietnamita) bajo el mando de Ho Chi Minh, que tras amargas luchas salió victorioso y la salida de Francia de la región fue decisiva. Esto condujo a la separación de Vietnam en norte y sur. El norte siendo una república socialista y el sur capitalista. Tras varios conflictos entre sur y norte se originó la conocida Guerra de Vietnam en 1955, sin embargo, la batalla no llegó a su auge hasta el comienzo de la intervención de Estados Unidos por el supuesto compromiso que tenían los norteamericanos con Vietnam del Sur y fue ahí cuando empezaron las invasiones americanas de la zona a finales de los años 60.

Después de varios años de guerra incesante y despiadada, los vietnamitas del norte retomaron el control de todo Vietnam arrinconando a los últimos estadounidenses en la embajada americana en Saigón (actual Ho Chi Minh City). En 1976, el país se unificó como República Socialista de Vietnam bajo el gobierno de Vietnam del Norte y tras una transformación de varios años, el país reconoció la ineficiencia de este sistema político y fue poco a poco adquiriendo características capitalistas, hasta que se convirtió en una economía de mercado modernizando su sistema político durante los años 90.

Foto por: El Reloj del Sol

Por otra parte, el resto de los países de la Península de Indochina siguieron sus propios caminos, que como comentaba, también fueron agraviados por grandes conflictos. Myanmar dominada por muchos años por una cruel historia de injusticia bajo una dictadura militar. Tailandia destacando por muchos años como un país políticamente inestable, mientras que Camboya sufría un grave genocidio a manos de Pol Pot y el movimiento Khmer Rouge. Por su parte Laos, al ser la frontera más extensa de Vietnam, fue gravemente afectado por la contienda armada entre Vietnam del Sur y del Norte, y no fue hasta finales de los años 80, cuando estos países y más concretamente esta región, empezó a prosperar.

Con un poco de contexto histórico para comprender más a detalle la región, nos concentramos ahora en el único país del Sudeste Asiático que no tiene litorales; Laos. Y en este artículo quiero hablarles de manera más específica de una de sus más antiguas tradiciones budistas, “La Ceremonia de Entrega de Limosnas de Luang Prabang”.

Luang Prabang, Laos

Finalmente llegó una de nuestras mas ansiadas paradas del viaje en el Sudeste Asiático; Luang Prabang. Personalmente había escuchado muchísimos comentarios distintos de la ciudad, su ambiente y sobretodo sus actividades, pero quería comprobarlo por mí mismo y finalmente llegaba el momento. A diferencia de Vietnam y sobre todo de Camboya, Laos es un país mucho mas montañoso y con mucho más vegetación que los demás, por lo que a la llegada desde el avión parece que estás aterrizando en la selva africana en medio de enormes montañas y un caudaloso río.

En el aeropuerto, todos los turistas deben sacar su visa a la llegada (la cual cuesta 30 dólares aproximadamente) y éste definitivamente será uno de los gastos más grandes de toda tu estancia, ya que realmente el país es muy barato.

Luang Prabang es diferente a todo lo demás que vas a ver en el Sudeste Asiático. Es un pequeño pueblito, pero con una personalidad y misticismo enormes. Se percibe una tranquilidad y se respira una calma como en pocos lugares en el mundo. Cabe mencionar que no es una ciudad que tenga vida nocturna como Siem Reap, Phuket o como casi todas las que visitas en la zona, pero a pesar de eso, ahora entiendo porque es el destino favorito de muchísimos viajeros.

Entre las muchas actividades que les voy a mencionar mas adelante, la recolección de limosnas fue una experiencia que recomiendo ampliamente a todos los viajeros. Vale muchísimo la pena levantarse temprano los 2 o 3 días que estés en la ciudad para ver esta procesión desde distintas perspectivas y en donde siempre observaras algo nuevo, distinto y que te dejará sin palabras.

Nota: Si note que hay muchas personas que ya no le dan el debido respeto al evento y creo que es algo que como viajeros debemos de tomar mucho en consideración. El hecho de quitarse zapatos y calcetines, mantener el silencio y no cruzarse en medio de la procesión entre otras cosas, son puntos fundamentales de respeto, que además seguirán manteniendo esta tradición de la manera mas auténtica y que así mucha más gente pueda disfrutarla en los años que están por venir.

Por eso lleguen con mucho tiempo, compren su ofrenda (hay mucha gente que sale de sus casas y te vende arroz blanco en un curioso refractario de madera) y participen en una de las ceremonias mas antiguas y originales dentro del budismo y de todo el mundo.

Esta tradición de recolección de limosnas en Luang Prabang se remonta al Siglo XIV.

A medida que sale el sol en la ciudad, alrededor de 300 monjes budistas salen de sus diversos templos para recoger su comida diaria en hoyas de metal. La ceremonia se basa en un entorno pacífico, espiritual y de gran sencillez por parte de los monjes y los locales.

Cientos de lugareños dan limosna o preparan alimentos, poco y muy elaborados (desde frutas y verduras hasta platillos locales), y están listos afuera de sus hogares muy temprano para en el amanecer tener todo preparado para brindarles a los religiosos la mejor ofrenda posible.

De lo humano a lo divino por: Araceli Rego

Aunque el objetivo principal es que los locales den limosna a los monjes, es increíble ver como decenas de niños pequeños se arrodillan en las calles con cestas vacías con la esperanza de que los monjes compartan con ellos alguna limosna (ya sea comida o dinero) para que puedan ellos llevarla a su familia. Generalmente estos niños provienen de las familias más necesitadas de la ciudad y es verdaderamente cautivador el ver como los monjes se desprenden de gran parte de sus limosnas para ofrecérselas a estos niños necesitados.

Luang Prabang, además de ser la sede de esta misteriosa tradición budista, es hogar de miles de elefantes asiáticos que podrás visitar en diferentes santuarios y tiene una magnifica ubicación a orillas del Río Mekong, donde podrás embarcarte en un paseo por el mismo y adentrarte en varias de sus cuevas utilizadas generalmente con motivos religiosos (las más bonitas las Cuevas Pak Ou) y así experimentarás más a fondo la cultura laoense.

La ciudad, actualmente declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con 33 templos budistas y aunque es muy difícil visitarlos todos, te recomiendo tomar un mapa e ir a la mayor cantidad posible (sobretodo al que esta en la cima del Monte Phou Si al atardecer que para mi es el #1) para adentrarse en la historia y costumbres del lugar y presenciar en muchos de ellos tradiciones sagradas del budismo y la cultura laosiana.

Qué humilde es ver a cientos de monjes, principalmente jóvenes, vestidos con túnicas naranjas saliendo de sus templos al amanecer, para recibir limosnas y alimentos de la gente de su pueblo, que se desvive diariamente de algunos bienes para corresponder a estos religiosos y a los más necesitados de la ciudad.

Restaurantes y otras recomendaciones:

– Tamarind / Bamboo Tree Restaurant (comida laosiana)

– Tangor (comida francesa, el mejor para mi gusto)

– Moverte a todos lados a pie, no vale la pena tomar tuktuk o taxi (a menos de que tu hotel este muy lejos)

– Night Market es un must y se pone en pleno centro de la ciudad. Encontré que en Laos están las artesanías más auténticas de todo el Sudeste Asiático.

No te pierdas de visitar esta increíble tradición en tu visita a Laos y al Sudeste Asiático, en ALAI Travel te aseguramos que será una experiencia inolvidable.

Por Santiago Maciel Cámara | 21 de Enero, 2020